Hoy miércoles ha sido un buen día, muy productivo.
En la Cueva del Camino, Nohemi terminó de extraer una calota de cérvido con el arranque de sus correspondientes astas, en las que las hienas nos han dejado marcas claras de su actividad. Parece que las hienas, y especialmente las crías, se trabajan con delectación las diáfisis de los huesos largos buscando tendones, cartílagos, colágeno y también hueso esponjoso para meter más calcio en las etapas de crecimiento. Arsuaga me enseña que los metápodos suelen aparecer completos y, en efecto, son huesos muy duros y que apenas contienen materias alimenticias, por ello no los aprovechan.
En la zona sur del frente actual de Camino continúa apareciendo mucha microfauna. Laplana detecta la presencia del Chionomys nivalis, lo cual implica un ligero enfriamiento que deberemos investigar con qué se corresponde.
Con Alfredo retomamos la idea de localizar la posición primaria (el auténtico cubil) en que fueron abandonados los huesos hoy fosilizados. Para eso, establecemos un programa de limpieza de la zona norte adyacente a la Cueva del Camino, pues los estudios geofísicos coinciden en ubicar aquí una gran cavidad. Lo mismo haremos en la parte superior de la Cueva de la Buena pInta donde, en el Abrigo del Ocelado, Nuria García estuvo excavando otro cubil de hienas. Le pido a Juan Gómez que estudie el presupuesto para realizar este trabajo con peones este mismo otoño o en la primavera próxima, de tal manera que esté limpio para el verano de 2009.
En Navalmaíllo sigue apareciendo mucho resto de rino consumido por los neandertales. Comprobamos que, como cabía prever, la calera se adentra parcialmente en el nivel F, musteriense, destruyendo unos 3 metros cúbicos de ese nivel. Enrique Maldonado ha realizado un pequeño corte en la cámara de combustión del horno muy esclarecedor que así lo confirma. Aunque es comprensible que la hicieran aquí junto a la materia prima, la roca, ¡Ya podían haber elegido otro sitio para hacer la puñetera calera! Nos preguntamos dónde verterían los sedimentos extraídos. Seguro que también muy cerca.
Hola. Me llamo Manolo y soy un enfermero aficionado a la paleontología. Soy de Madrid y acabo de conocer vuestro blog. Me parece una iniciativa estupenda.
¿El yacimiento se puede visitar? Me encantaría poder pasar aunque solo fuera un rato con vosotros, viendo como trabajais.
Voy a seguir leyendo el blog…
Un saludo y muchas gracias.